Mirando al futuro...

Las luces entran y se reflejan dentro como un millón de arcoiris. Vuelven el recinto como si fuera un jardín artificial, repleto de luces. Con mi vista recorro el pasillo principal desde la puerta hasta llegar al altar, y mientras camino cuento. Son 75 pasos. Justos para que me de tiempo a intentar comprender y contener tantas cosas. Conexiones con el pasado, tantas que los recuerdos se me agolparán en la cabeza; sensaciones del presente, que harán que mi corazón pierda el pulso y acelere descontroladamente; y miles de imaginaciones y esperanzas del futuro, que se convertirán en algún momento en recuerdos. Me apoyo en el altar, y miro a la entrada, pero alzo la vista para mirar el rosetón. Está tan bien colocado que uno de los rayos de luz da en el centro del pasillo, y sé que en ese momento no podré apartar la vista, me perderé en los diferentes tonos de blanco y las curvas del vestido, hasta caer de lleno en su sonrisa, esa sonrisa que espero que tenga, y luego mirar a los ojos y saber que no hace falta ni acabar la ceremonia, que ambos sabemos el final, o el principio, según como se mire. Tras todo eso vuelvo a caminar hacia la puerta, chocando mis dedos con los bancos. Tengo los brazos estendidos para comprobar que por los dos lados mis dedos se golpean. Es el suficiente espacio para dos personas, ni tan separados que se nos escape el aire, ni tan pegados que no podamos avanzar, aunque nunca el problema a sido estar juntos. Antes de salir por la puerta, mojo los dedos en la pila de agua, me simbolizo la frente y antes de salir por la puerta y volver al mundo real, vuelvo a contemplar todo desde el fondo; contemplar como todas las luces han cambiado de posición; contemplo que todo será perfecto. Que vayamos donde vayamos, siempre llevaremos este jardín, estos pasos, y estos momentos con nosotros... incluso ahora los llevamos sin que sucedan... los llevamos esperando, mirándolos.

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Sí, vale, soy un moñas, gracias, gracias, ¿pero qué se le va a hacer? Hoy es un día especial para mí, y para el ángel de la guarda, fin.

Att: FerFer