Gris oscuro.

Mientras caía la lluvia miraba al cielo. Estaba en aquel parque, aquel lugar donde siempre jugábamos de pequeños... aunque no cuando llovía. Decepcionado, con la mano en los bolsillos y dejando que solo se me moje la cara y el cuello. Mientras miro ese cielo gris que tanto anhelaba, me pregunto si todo era mentira, si todo aquello que leí no era más que una historia inventada que nunca pasaría. No puedo llorar, estoy demasiado triste para hacerlo, aunque no es tristeza, quizá solo es enfado mezclado con el amargo ruido que hacen los sueños al estrellarse contra el suelo y convertirse en añicos. Pese a mi amargura, la lluvia no me hace nada, no es capaz de borrarla. La lluvia de invierno que cae es tan fría como las sensaciones que experimento. Cuando agacho la cabeza tengo el suelo completamente encharcado, incluso puedo ver mi borrosa figura. Veo cuan arruinada está mi cara, e intento sonrei, pero solo acabo pateando el charco; ya no puedo, no soy capaz de sonreir, o al menos, no me gusta mi sonrisa. Y es en ese momento cuando me doy cuenta que todo ha cambiado, que he dejado de sentir la felicidad, la calida y dulce felicidad. Y vuelvo a calarme en la fría y amarga tristeza, oscura, en la cual cerrando los ojos te imagino corriendo hacia donde estoy y disculpandote por llegar tarde... aunque solo eso me regala, una imaginación... de nuevo otra historia inventada que nunca pasara.

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Digamos que son hechos que pasaron y no se hicieron realidad. FIN DE LA DISCUSIÓN.

Att: FerFer