Ella.

La forma de ver a las personas varía mucho, dependiendo siempre de los ojos que la vean. Pero hay veces que uno mismo siente que la persona que está viendo no puede ser de ninguna otra manera que la que captan sus ojos. Parece tan clara y concisa la idea que tenemos de ella, que no podemos estar equivocados... y hay veces que de verdad es tan clara y concisa. Hay veces que tenemos la suerte de conocer un corazón puro, perfecto e impoluto. Que es tan inocente que se emociona con el mínimo gesto, y que es tan inocente que siente dolor con el mínimo engaño. Podemos ver que es tan dulce que deseas empalagarte de ella a más no poder, y que también es tan dulce que puede pegarse y absorber todo tu espacio, pero, con ella, ¿quién no quiere eso? Somos capaces de notar que es tan bella que sientes la envidia del resto cuando la ven, y también el miedo de que por ser demasiado bella se acabe yendo. Puedes ver todo lo bueno que ella tiene, y todo lo que esto conlleva, toda la felicidad que da, toda la alegría que contagia, toda la energía... y de vez en cuando la mano oscura de un miedo tan profundo que es imposible de eliminar.

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45 minutos... ¡45 minutos llevo para que BLOGSPOT se digne a publicarme la entrada de forma decente! La madre que les trajo, ¿por qué el editor funciona tan mal? En serio, si supiera escribir en html, le tiraba todo el rato, y seguiría siendo un por culo.

Bueno, aviso que este viernes no hay reseña por razones superiores a mi. No todos los días cumpleaños un ángel.

Att: FerFer